me rezo a mí misma
_en mi omnipresencia de estar por casa_
para guardar las distancias_
los errores cometidos son tiros al aire
y la lección no se aprende si no se estudia_
cada revuelo me anida, tán mío, tan así_
y no de otra forma porque los moldes no se rompen,
las personas sí_
la mujer francesa que nunca conocí
se emociona entre sus amigos
al ver a desconocidos que también cantan_
la mujer francesa que nunca recibí
vuelve a su país después de años
llenos de dificultades_y la despido
deseándole lo mejor_
¿yo también volveré a mi país?
_sólo me falta encontralo_
más bien, que me encuntre él a mí
mi exilio, mi nido, mis tiros al aire, mis rezos
palpitan al son de los boleros que cantaba mi madre_
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